En la clínica ortopédica de Markgröningen se encuentra la instalación sanitaria más grande de la historia empresarial de MEIKO, que destaca por su fácil acceso y la satisfacción del personal.
Había una época en la que cada médico tenía su propia sala de ultrasonido. Pero también en los hospitales, el espacio es un bien escaso, lo que explica que a menudo exista una gestión de superficies y espacios. Sin embargo, la supresión de fronteras no es un proceso meramente espacial, sino que tiene que haberse concretado antes en la mente de las personas. Este hecho ha quedado demostrado con un proyecto en la clínica ortopédica Markgröningen: el montaje en un cuarto séptico de una instalación sanitaria de 9,80 metros de longitud, unas dimensiones para las que no hay comparación posible.
La disposición de esta nueva instalación sanitaria es un autén- tico ejemplo de seguridad laboral, higiene y ergonomía: no importa desde dónde accedamos al cuarto séptico en la unidad de neuro- traumatología y lesiones medu- lares de la clínica ortopédica de Markgröningen (OKM), en el sur de Alemania, a la pila de vaciado le sigue un lavachatas, a conti- nuación, un fregadero y luego armarios con anaqueles; de nuevo viene un fregadero, un lavachatas y otra pila de vaciado, lo que hace una longitud total de 9,80 metros. Mientras en otros lugares se acumulan las máquinas de limpieza y desinfección, los uten- silios para pacientes, sacos de ropa sucia, floreros y deposiciones, este cuarto séptico destaca por su amplitud, su generoso espacio, una disposición clara y un orden perfecto.
distintos problemas que surgían. Esta es otra ventaja de la unifica- ción de procesos y normas: si algún empleado tuviera que cambiar de puesto de trabajo dentro del grupo, no se encontraría con un entorno desconocido.
Manuela Lehrach está muy unida a su equipo, y lo sabe de primera mano: «Los compañeros de la unidad están muy contentos con el nuevo cuarto séptico, porque al fin tienen suficiente espacio para todo», dice refiriéndose al aspecto operativo en su ámbito de trabajo. Y como aquí esas barreras psicológicas ya no tenían vigencia, se obtuvieron unos resultados aún mejores. Tras la puesta en servicio de la instalación sanitaria, los propios empleados de la OKM plantearon una propuesta de mejo- ra. Al fin y al cabo, el trabajo diario con los aparatos técnicos hospi- talarios hace que en ocasiones sur- jan necesidades o expectativas totalmente nuevas, que pueden llegar a concretarse. Qué mejor que poder contar con un socio industrial que aporte la flexibilidad necesaria y el afán de mejorar continuamen- te los procesos. El bidón con los productos químicos para la mez- cladora del agente limpiador, ya instalada en la clínica, se hallaba justo encima del lavachatas, lo que no solo dificultaba su sustitución, sino que era un punto neurálgico respecto a la seguridad laboral. «Junto con el fabricante de los lavachatas, la empresa MEIKO, encontramos una solución que nos permite guardar los bidones más abajo, junto a la máquina», explica Norbert Scholtissek (en la foto). En su condición de técnico hospitalario, es responsable única- mente de la OKM, y junto con su superior, Jörg Kunz, con Manuela Lehrach y con el responsable de atención al cliente de MEIKO dieron rápidamente con la solución, que incluye un cierre magnético que permite abrir y cerrar fácilmente la puerta tras la cual está alojado el bidón.
En efecto, muchos de los pa- cientes de la clínica ortopédica Markgröningen están gravemente enfermos. Sobre todo en la unidad de neurotraumatología y lesiones medulares hay pacientes que requieren todo tipo de cuidados. Muchos de ellos están paralíticos o sufren tremendos dolores, por- que padecen tumores o metástasis en la columna vertebral o porque han sufrido graves accidentes. Para el tratamiento de casi todos estos pacientes se requieren continua- mente utensilios sanitarios, lo que exige un funcionamiento perfecto de las labores de tratamiento de los mismos.
Esto queda garantizado con la nueva instalación sanitaria en el cuarto séptico remodelado. «La atención sanitaria requiere trayec- tos cortos y la seguridad higiénica de los productos MEIKO se adapta perfectamente a nuestro sistema de gestión sanitaria», explica Norbert Scholtissek.
La importancia que se le da a este sistema es algo que los pacientes pueden ver ya en la página web de la OKM. Esta clínica participa en el Sistema Alemán de Vigilancia de Infecciones Hospitalarias KISS (higiene de manos, MRSA-KISS, OP-KISS, IST-KISS).
El departamento central de trata- miento de material estéril está homologado, mientras que el gru- po hospitalario edita su propio manual sobre antibióticos y publi- ca el nivel de resistencia en todas las clínicas adheridas. Incluso la limpieza en todos los hospitales se realiza de acuerdo a las normas más modernas: el personal está perfectamente formado y no usa cubos de agua, sino mopas prepa- radas especialmente.
El grupo RKH cuenta desde hace pocas fechas con el recién creado «servicio central para preven- ción de infecciones y gestión de la higiene», compuesto por un equipo de expertos en higiene bajo la dirección de la higienista hospitalaria, la Dra. Sabine Gfrörer. Este servicio tiene como objetivo reconocer lo antes posible los riesgos de infecciones y poner en práctica medidas eficaces para contrarrestarlos.
Además, al departamento técnico se va a incorporar en breve otro especialista: «Queremos reforzar nuestro equipo con un ingeniero en Higiene», comenta Jörg Kunz. Este especialista, acostumbrado a saltarse todo tipo de fronteras en su trabajo diario, está absoluta- mente convencido: «la higiene y la técnica son dos caras de la misma moneda.»